Geografía y Hábitat Regional

Contacto
Bienvenida
Contenido Programático
Cronograma de Actividades
Geografía y Hábitat Regional
Contexto Sociológico y Demográfico
Evaluaciones
Libro de visitantes

Facilitador:
Prof. Rusmary Durán
CONTEXTO SOCIOLÓGICO
Es el Agrupación de distintos enfoques dentro de una comunidad tales como el social, cultural; dando como respuesta   la interacción entre los individuos, y el medio que les rodea (manifestaciones culturales, religiosas, así como sociales; propias de la comunidad)
 CONTEXTO DEMOGRÁFICO
A través de estadísticas el Contexto demográfico describe   a la población en cuanto a: edad, sexo, tasa de natalidad, tasa de mortalidad, pobreza, desempleo, educación, entre otros. Los datos pueden encontrarse en los censos poblacionales.
Contexto sociológico y demográfico
Las proyecciones de población para el año 2009 indicaron que Venezuela superaría los 28 millones de habitantes. Éstos están  distribuidos de una manera desigual en el territorio nacional, pues un 40% se concentraría en ocho grandes centros urbanos.
Variaciones Demográficas
En un ambiente estable e ideal, una población aumentaría hasta alcanzar la capacidad de carga del medio. Con ello, la tasa media de natalidad por individuo quedaría equilibrada por la tasa de mortalidad media. Pero en una población real los individuos no tienen un número medio de descendientes. Otro elemento que incide es la tasa de mortalidad o de natalidad.
Estocasticidad demográfica: variación demográfica producida por la disminución de una población debido a la destrucción o fragmentación del hábitat.
La historia demográfica de Venezuela ha sido muy dinámica y variable, pues el país ha experimentado considerables cambios en el ritmo de crecimiento de su población.
En primer lugar, el número de habitantes se ha quintuplicado en poco más de medio siglo. En segundo término, ha aumentado en casi veinte años la expectativa de vida al nacer. Al mismo tiempo ha disminuido el número de hijos promedio por mujer, que era de 7 en la década de 1970 y pasó a ser de 2,7 en la de 2000, con tendencia a bajar a 2 en el futuro cercano.
Desde el año 1873, cuando se realizó el primer censo en el país, hasta 1920, la tasa de crecimiento de la población fue lenta. Esto se debió, en gran parte, a bajas tasas de crecimiento natural, condiciones sanitarias deficientes y una economía poco productiva.
Luego, en el censo de 1926 se evidenció un incremento considerable de la población, al compás del auge petrolero. Este crecimiento se mantuvo hasta el censo 2001, cuando se septuplicó la población. Las condiciones que favorecieron este crecimiento fueron:
  • Aumento de las tasas de crecimiento, debido a un acentuado incremento de la tasa de natalidad combinado con una sensible disminución de la mortalidad.
  • Inmigración internacional entre las décadas de 1940 y 1970.
  • Mejoras en los servicios médicos y sanitarios, evidenciadas en el control y erradicación de enfermedades tropicales y mejoras en las viviendas y servicios públicos.
  • Cambio de la base económica del país, al pasar de una economía agrícola de bajas ganancias a una economía casi monoexportadora de petróleo, la cual genera altos ingresos al país.
Sin embargo, estas condiciones no han beneficiado a la población de manera uniforme, sino que han favorecido sobre todo a los sectores más aventajados económicamente y a determinadas áreas geográficas. Se aprecian grandes disparidades en los indicadores de la calidad de vida de la población. En este sentido, es común ver, en las principales zonas urbanas del país, cordones de miseria con familias muy numerosas que viven en condiciones inhóspitas, mientras que las familias con mayores recursos económicos son, generalmente, más pequeñas, y viven en lugares con condiciones habitacionales cómodas y adecuadas.
La característica más sobresaliente de la evolución demográfica venezolana es, sin embargo, la supremacía de la población urbana sobre la rural, aun cuando el vivir en zonas urbanas no garantice estabilidad socioeconómica ni una mejor calidad de vida.
Transición demográfica
De acuerdo con el vocabulario de los expertos en esta materia, Venezuela se puede considerar un país en pleno proceso de transición demográfica, aunque el mismo se considera característico de los países desarrollados.
La transición demográfica se produce cuando una sociedad experimenta un cambio en sus tasas de fecundidad y mortalidad. Este proceso ocurre en tres etapas:
  1. La tasa de natalidad es alta y la de mortalidad disminuye sustancialmente, lo que produce un incremento poblacional neto, a veces con rango de explosión demográfica.
  2. La natalidad comienza a desacelerarse mientras la mortalidad continúa bajando. El balance suele ser de crecimiento de la población, pero menos intenso.
  3. La natalidad comienza a disminuir acentuadamente mientras la mortalidad se estabiliza en un nivel muy bajo. El saldo es un crecimiento muy leve de la población o, en algunos casos, el decrecimiento.
Movimientos Migratorios
Migraciones internas
Las migraciones son movimientos de la población de un punto a otro de la geografía. Constituyen, por tanto, un elemento que modifica los patrones de ocupación del territorio y tienen influencia en indicadores clave como la natalidad y la mortalidad de una región determinada.
En Venezuela, la población ha protagonizado importantes desplazamientos a lo largo de las últimas décadas. El principal de ellos ha sido el de los campesinos, que han migrado intensivamente hacia las ciudades: fenómeno impulsado por la transformación de la economía rural en petrolera.
También, por causa de la irrupción del petróleo como actividad económica fundamental, se produjeron flujos migratorios hacia las zonas de operación de la industria de los hidrocarburos, como Zulia y Anzoátegui.
Este proceso se acentuó a partir de la segunda mitad del siglo XX como consecuencia de la concentración del poder político y las oportunidades de empleo en las principales ciudades del país.
El flujo de migrantes interestatales fue en aumento sostenido: de 545.726 personas según el censo de 1941 pasó a 2.313.537 registradas en el empadronamiento de 1971, y aumentó a 3.863.269 en 1990. La inmensa mayoría de los desplazamientos internos de los venezolanos se ha dado desde el suroeste, sureste y nororiente hacia la zona centro-norte, con Caracas como principal destino.
Particularmente, en la década de 1980, Miranda, Carabobo y Aragua (también en la región centro-norte) comenzaron a disputarle a la capital la primacía como lugar de residencia de los migrantes internos.
Igualmente, estados como Bolívar y Anzoátegui se convirtieron en polos de atracción por el auge de las actividades industriales y turísticas, respectivamente, incluso para la población de Caracas y otras grandes ciudades. Más recientemente, el estado Nueva Esparta ha recibido un considerable flujo de migrantes internos, atraídos también por su potencial económico en el campo turístico, así como por sus bellezas naturales.
Migración Externa
Desde el inicio de la vida de Venezuela como república independiente y separada de la Gran Colombia, los gobernantes se plantearon la necesidad de poblar el territorio para garantizar el crecimiento económico del país.
Ya en 1831 fue aprobada la primera Ley de Inmigración, cuyo propósito era estimular el ingreso de extranjeros que ayudaran con el desarrollo agropecuario.
Nuevos intentos se produjeron durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco (años ochenta del siglo XIX) y ya entrado el siglo X, luego de la dictadura de Juan Vicente Gómez. Asimismo, en la Ley de Inmigración de 1936 se ofrecían ventajas a los inmigrantes extranjeros, «siempre y cuando fuesen de raza blanca».
No fue sino después de la Segunda Guerra Mundial cuando Venezuela experimentó una inmigración masiva. Entre 1948 y 1961, más de 600.000 extranjeros fueron cedulados por primera vez. La cifra total de inmigrantes alcanzaba, según estimaciones, las 800.000 mil personas si se consideraba a los indocumentados y a los niños. En orden de importancia, los inmigrantes eran españoles (en su mayoría canarios y gallegos), italianos, estadounidenses, colombianos y portugueses (un tercio de éstos, de la isla de Madeira).
Aproximadamente una tercera parte de quienes entraron al comienzo de ese período no se radicaron en el país. Entre los que se quedaron se produjo un fenómeno que reforzó la concentración poblacional: en su mayoría los inmigrantes no se distribuyeron equitativamente en el territorio nacional, sino que se quedaron en las ciudades que crecían aceleradamente. Según el censo de 1961, uno de cada tres trabajadores en el antiguo Distrito Federal era extranjero.
Los primeros gobiernos de la era democrática decidieron cancelar la política inmigratoria por considerar que ésta había fracasado. La mayoría de los extranjeros se había quedado en las ciudades: muy pocos se habían dedicado a la agricultura y, en lugar de fomentar el crecimiento del sector industrial, se habían sumado al área del comercio y los servicios.
Hasta 1973 la inmigración estuvo detenida casi por completo. Apenas se registró un promedio de 13.000 personas anuales como saldo migratorio (diferencia entre los extranjeros que entran al país y la población que se marcha de él). Pero, a partir de ese año, y como consecuencia del boom de los precios petroleros, sumado a una serie de grandes planes gubernamentales de obras públicas, Venezuela volvió a ser un polo de atracción de población. En esta etapa, la mayoría de los inmigrantes vinieron de otros países suramericanos y del Caribe, en buena medida, sin seguir los canales regulares.
Posteriormente, con el fin de la bonanza petrolera y el estallido de una gran crisis económica en los años ochenta, sectores de la opinión pública comenzaron a dirigir frecuentes críticas a la elevada porción de inmigrantes indocumentados, alegando que restaban oportunidades a los venezolanos y agudizaban los problemas de vivienda y servicios públicos.
Para el censo de 1990, la cifra de extranjeros era de 1.023.259, lo que significó una reducción de más de 50.000 personas con respecto a la medición de 1981. La tendencia continuó durante la década de 1990, pues el censo de 2001 reflejó que el porcentaje de nacidos en otros países había caído de 5,7% a 4,4%. Ese porcentaje equivalía entonces a poco más de 1.014.000 personas.
También es importante destacar las migraciones de venezolanos hacia otros países del mundo. En este caso, las razones que han motivado las emigraciones están relacionadas con asuntos de carácter académico y profesional, como oportunidades de estudio en programas de pre y postgrado universitario o de puestos de trabajo en empresas transnacionales. Este proceso se afianzó a partir del llamado «Viernes Negro» (18 de febrero de 1983), que marcó el inició de una fuerte crisis económica en el país. De esta manera, muchas personas que salen al exterior a estudiar o trabajar no regresan a Venezuela, fenómeno que se denomina «fuga de cerebros».

Geografía: Es la ciencia que estudia la superficie terrestre, las sociedades que la habitan y los territorios, paisajes, lugares o regiones que forman al relacionarse entre sí.
Habitat: Es el ambiente que ocupa una población biológica . Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia.


Programa Nacional de Formación en Construcciones Civiles, del Estado Tujillo
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis