Geografía y Hábitat Regional

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Prof. Rusmary Durán
El Venezolano y su Habitát
-Desde que los primeros pobladores descubrieron la agricultura y reemplazaron el nomadismo por el sedentarismo, los habitantes del territorio venezolano han ido provocando cambios en su hábitat. Procesos como la llegada de los europeos y la explotación petrolera produjeron cambios sociales y económicos que determinaron nuevas modificaciones en ese hábitat.
Los Primeros Centros Poblados
Los primeros grupos humanos que habitaron el territorio venezolano vivieron en cuevas y pequeñas chozas que los protegían del clima y de los grandes animales. Existen evidencias de que estos pobladores se organizaban en pequeñas comunidades, sabían utilizar el fuego y fabricaban utensilios de piedra. Estos pueblos nómadas eran capaces de adaptarse al medio. De este modo poblaron ambientes como las selvas, las zonas montañosas, las riberas de ríos, mares y lagos.
El hecho de habitar en regiones fértiles les permitió permanecer más tiempo en algunos lugares. Aprendieron a cultivar y a aprovechar el agua de los ríos, los lagos y las lagunas. En muchos casos llegaron a construir sus viviendas sobre las mismas aguas, como los palafitos del lago de Maracaibo y del delta del Orinoco.
El grado de desarrollo de cada pueblo estaba determinado por la creación de herramientas de trabajo para el cultivo de la tierra y para asentarse en un determinado suelo.
Centros poblados en la colonia
A finales del siglo XV comenzaron a establecerse en el territorio venezolano personas venidas del otro lado del Atlántico, la mayoría españoles. El proceso de colonización se inició en la isla de Cubagua y luego se produjo una lenta pero gradual incursión hacia el interior del país, en donde se fundaron pueblos que luego se convirtieron en ciudades.
Los europeos trajeron un modelo de ciudad que impusieron y que hoy se ve reflejado en los principales centros urbanos del país. Los pueblos de españoles tuvieron como característica la organización urbanística de las casas y edificios públicos según una cuadrícula que partía de los alrededores de una plaza principal, llamada «plaza de armas» o «plaza mayor». A partir de allí se construían todas las casas en hileras, desde las cuatro esquinas principales.
Muchas ciudades se erigieron sobre antiguos asentamientos indígenas. Otras se establecieron en las costas para facilitar el comercio y las rutas de comunicación. La creación de estos centros poblados modificó el ambiente y trajo, en algunos casos, problemas de contaminación en ríos y lagos donde los habitantes depositaban las aguas servidas.
A medida que los pueblos de españoles se transformaban en ciudades, los pueblos indígenas fueron desapareciendo.
La arquitectura colonial venezolana tenía un carácter utilitario y práctico que predominaba sobre lo artístico y estético. Por ello, las construcciones eran sencillas, cómodas y espaciosas. Los elementos arquitectónicos más utilizados fueron el arco de medio punto, las columnas, las pilastras y los muros. Los materiales de construcción fueron el barro cocido, el ladrillo, la madera y la caña amarga. También se usó el yeso y la cal para el recubrimiento de las estructuras.
 
De país rural a país urbano
Durante la etapa colonial y hasta las primeras décadas del siglo XX, las actividades agrícolas fueron soporte para la manutención y la riqueza de los habitantes de las ciudades. La tierra, el ganado, el cacao y el café eran los símbolos del prestigio y del poder, aunque los propietarios de tales bienes no vivieran en el campo, sino en la ciudad. En cambio, la mayoría de la población trabajadora dependiente de la tierra vivía en el medio rural, en condiciones de pobreza e insalubridad.
Luego de la unificación política del estado a partir de 1920, y la constitución de las primeras ciudades, la instalación de las industrias cerca de las capitales modificó el mapa territorial venezolano para dar comienzo a las grandes aglomeraciones en sólo algunos puntos del país.
Las altas densidades poblacionales implicaron el desarrollo de viviendas multifamiliares, el crecimiento vertical, elevación en el valor de la tierra, escasez de espacios para la recreación, incremento de la inseguridad pública y contaminación ambiental, entre otros problemas que afectan a la población urbana en Venezuela. Esta situación en el hábitat urbano ha generado una revaloración de la tranquilidad que ofrecen los espacios rurales, sin los problemas que sufren los habitantes de la ciudad.
En Venezuela, al igual que en la mayoría de los países latinoamericanos, el extraordinario crecimiento demográfico en las ciudades a partir de la industrialización generó la aparición y rápida expansión de asentamientos humanos al margen de los procedimientos regulares de habitabilidad urbana y control estatal. Este tipo de asentamiento es un mecanismo utilizado por los habitantes desplazados para incorporarse a la ciudad.
En el país, el barrio es un fenómeno social colectivo. La mayor parte de las viviendas de estas zonas son construidas con materiales de desecho, como chapas de madera o cartón, salvo algunas a las que se le incorporan bloques y cemento y pueden hasta llegar a tener más de un nivel.
Estos asentamientos no están totalmente incorporados a los servicios urbanos básicos, lo cual se traduce en graves problemas de contaminación, como por ejemplo los causados por la obstrucción de cloacas y el mal manejo de aguas negras, el estancamiento de aguas, la acumulación de basura, entre otras graves situaciones, como la toma ilegal de la electricidad.
El suelo urbanizable sigue estando lejos del alcance de las personas pertenecientes a los grupos económicamente débiles, haciendo que éstos busquen terrenos baratos donde ya los estudios topográficos han determinado que no son propicios para la construcción. Las edificaciones en esas zonas son de alta vulnerabilidad y resultan las primeras afectadas en los sucesos naturales como vaguadas, inundaciones y movimientos de tierra. Esto, a su vez, incrementa la necesidad de un lugar habitable y ha conducido a las invasiones y ocupaciones de terrenos desocupados o propiedades abandonadas con el fin de satisfacer el déficit de viviendas en el país.
Ordenamiento Territorial
En Venezuela, las condiciones para la existencia de las ciudades surgieron como una implantación colonial ejecutada por los europeos. Más tarde, con el petróleo, nace la Venezuela urbana y moderna
Del campo a la ciudad
Hasta las primeras décadas del siglo XX la economía venezolana era fundamentalmente cafetera. La mayoría de la población vivía dispersa en el campo bajo condiciones de pobreza e insalubridad y sufriendo los avatares de los conflictos bélicos que imperaron en la época.
Hacia 1920, el país se unificó políticamente y el Estado comenzó a percibir divisas del negocio petrolero, que invirtió básicamente en carreteras y en salubridad, lo que favoreció la migración del campo hacia las ciudades.
En la década de 1950, el modelo de sustitución de importaciones promovió la instalación de industrias en las regiones central y capital, que concentraron más del 70% de los establecimientos industriales del país. Esto vino a reforzar la tendencia a la concentración de la población, así como la inversión y creación de servicios en los focos de desarrollo. A comienzos del siglo XX, menos del 20% de la población vivía en ciudades; actualmente, esta proporción alcanza el 85,4% de la población.
Ordenamiento del territorio venezolano
  La ordenación del territorio es una disciplina moderna surgida por la necesidad de compensar la pérdida de suelo a causa del crecimiento urbano. Con ello se pretende mejorar las condiciones de vida de todas las poblaciones a partir de la planificación, desarrollo, conservación y renovación de los centros poblados. Es de vital importancia para esta disciplina garantizar la salvaguarda de los recursos naturales y su uso sustentable, los cuales son necesarios para la vida. Esto permite el desarrollo social y económico de la sociedad, en perfecto equilibrio con el cuidado y la conservación del ambiente.

Según el Proyecto de Ordenación del Territorio, impulsado por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente en Venezuela, uno de sus objetivos específicos es: «proporcionar una herramienta que permita establecer las políticas, estrategias, directrices y opciones de ordenación y manejo, que permitan mantener o mejorar la oferta de bienes y servicios generados por los ecosistemas, armonizándola con las necesidades de la población local, en términos de mejorar el bienestar humano y la calidad de vida de la población».
Consecuencias del cambio de uso de la tierra
Los cambios de uso de la tierra se dan, principalmente, para solucionar problemas habitacionales o de producción agrícola. Aún cuando estas actividades generen beneficios directos e indirectos a las poblaciones, en países como Venezuela, donde las tendencias de construcción y las prácticas agrícolas no tienen un enfoque ecológico y conservacionista, suelen ser mayores los daños que los beneficios. Esto se debe a la mala utilización, la sobreexplotación y la contaminación de los recursos naturales, sumado a la falta de conciencia y comprensión de la problemática ambiental.
En el caso de las prácticas agrícolas, su carácter intensivo y el uso de pesticidas y agroquímicos como técnica de producción están causando graves daños al agua y al suelo, elementos vitales para el desarrollo de las actividades sociales y económicas que garantizan el suministro de alimentos y el mantenimiento de la vida de los seres vivos.
Otra de las graves consecuencias del cambio de uso de la tierra es el cambio climático que se está presentando a nivel mundial. A raíz de ello, se ha incrementado la temperatura global del planeta y se está perdiendo una gran biodiversidad, con la extinción de un número cada vez mayor de especies y la modificación severa de los hábitats.
En Venezuela se están desarrollando planes para el nuevo uso de la tierra con el fin de mejorar las condiciones de explotación de los recursos naturales renovables y no renovables dentro de una concepción sustentable que permita su uso y su resguardo para las generaciones futuras.
Posición del Estado venezolano sobre el uso de las tierras
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Decreto con fuerza de Ley de Tierras y Desarrollo Agrario establecieron en enero del 2005 un régimen compartido de administración y aprovechamiento sostenido y sustentable de las tierras con vocación de uso agrícola, entre la república, los estados y los municipios.
Este nuevo régimen de políticas tendentes a la eliminación del latifundio, entiende aquel como un régimen contrario al interés social y de utilidad pública de la tierra, al lesionar derechos fundamentales inherentes al hombre.

Es por esto que el Estado venezolano se planteó promover la distribución justa y equitativa de la tenencia de la tierra entre quienes tengan la disposición y la capacidad para trabajarlas eficazmente y producir, dentro del ciclo biológico y económico, bienes de consumo humano que favorezcan a la sociedad en general y al productor con miras a lograr la seguridad agroalimentaria de la Nación.
Entre las metas del Estado en este ámbito está el impulsar la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, el aseguramiento de la biodiversidad y la vigencia efectiva de los derechos de protección ambiental y agroalimentaria de la presente y las futuras generaciones.
Hábitat Urbano
-Las ciudades son hábitats urbanos y generalmente albergan, en un espacio reducido, un conjunto heterogéneo de personas ocupadas en diversas actividades que se relacionan entre sí.
Evolución del hábitat urbano
El sistema urbano evolucionó desde una estructura elemental, con funciones limitadas, hasta la formación de grandes metrópolis cuyas funciones son múltiples. En otros casos, existen ciudades que se convierten en complejas conurbaciones: conjuntos de varios núcleos urbanos que se unen entre sí y que funcionan como una unidad. Los asentamientos han crecido gracias al aporte de los movimientos migratorios y al aumento natural de la población. Este fenómeno se manifiesta a escala mundial y en diferentes magnitudes. En Caracas, el reflejo de ello son, por ejemplo, los asentamientos de viviendas precarias en las laderas de las montañas de la ciudad.

El tamaño de las ciudades
Los criterios para determinar cuándo un área es urbana son muy variados; en general se toma en cuenta el tamaño de la población, las actividades económicas, la fisonomía de los edificios y de las calles y las formas de vida.
En Venezuela se califica como población urbana la que reside en los centros poblados de 2.500 habitantes o más. De acuerdo con este concepto, las ciudades pueden clasificarse por la relación entre el tamaño de los centros urbanos y la cantidad de población que albergan. Según este criterio, podemos identificar los siguientes tipos:
  • Grandes ciudades.
Las que están pobladas por más de 500.000 habitantes.
  • Ciudades intermedias.
Las que están pobladas por entre 100.000 y 500.000 habitantes.
  • Ciudades pequeñas.
Las que tienen una población menor a 100.000 habitantes.
 
La Vida Urbana
 
La población urbana se caracteriza por ocuparse principalmente en actividades del sector terciario: banca, servicios, finanzas, comunicaciones. En segundo lugar están las actividades del sector secundario, es decir, industrias de diversos tipos ubicadas generalmente en la periferia de las ciudades.
Las ciudades están asociadas con el progreso y el confort. A ellas se asocia el disfrute de lo moderno por tratarse de centros de consumo masivo. Allí se produce el intercambio abierto, tanto de mercancías como de culturas.
Estas aglomeraciones implican, además, el crecimiento vertical (edificios), que permite disfrutar de un desarrollo arquitectónico en permanente avance.
Problemas Urbanos de Venezuela
Los problemas que afectan a la población urbana de las ciudades en Venezuela son los siguientes:
  • La inseguridad pública. Ha llegado a ser el problema más sentido por los habitantes de las principales ciudades del país.
  • La falta de planificación y control urbano. Es la ausencia de mecanismos que frenen el caos del crecimiento urbano de las ciudades más pobladas del país.
  • La presión demográfica. Está presente en las zonas donde se desarrollan las actividades del sector secundario y terciario. Es producto del urbanismo descontrolado. Su expresión característica son los cinturones de marginalidad.
  • El alto valor del terreno. Va en aumento en la medida que se dotan los terrenos de servicios públicos, vías de acceso y comunicación. El alto valor de las zonas urbanizadas provoca la proliferación de los asentamientos y construcciones ilegales en zonas que, además, presentan alto riesgo para la vida.
  • La escasez de espacios para la recreación. Esta limitante disminuye la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. La población, ante la falta de estos espacios, acude a distracciones como la televisión y los centros comerciales.
  • La contaminación ambiental. Principal problema de las grandes ciudades que es, además, la fuente de numerosas enfermedades que incrementan la mortalidad infantil y general en el país.
 
Hábitat rural
En Venezuela la población rural está representada por un pequeño porcentaje de personas que no han formado parte de las grandes migraciones hacia las ciudades.
Disminución de la Población Rural
A partir de mediados del siglo XX, la aparición de nuevas oportunidades económicas para la población, la alta tecnificación de los sistemas productivos y, particularmente en Venezuela, el auge petrolero, han provocado que un grueso número de pobladores rurales hayan abandonado su lugar de orígen para asentarse en los centros urbanos del país.
Ésta es una tendencia mundial que, en el caso de los países desarrollados, obedece a la alta tecnificación de los sistemas productivos e industrializados, pero que en los menos desarrollados está relacionado con la baja rentabilidad de la pequeña y mediana agricultura. A lo anterior se añade el hecho de que surjan pocas oportunidades económicas para la población.
La vida en las zonas rurales
Las condiciones de vida del habitante rural varían muchísimo. Van desde el jornalero que sobrevive a las condiciones más duras hasta el moderno productor que posee instalaciones electromecánicas y una vivienda unifamiliar confortable.
Las zonas rurales se caracterizan por un acceso difícil a los servicios públicos (luz, agua, teléfono, transporte, gas), así como a las funciones de atención que son competencia del Estado, entre las que destacan la salud y la educación. Estas condiciones están vinculadas con una baja calidad de vida y han creado, durante muchos años, una condición de exclusión de estas poblaciones, que se consideran con pocas oportunidades para alcanzar una mayor calidad de vida.
Componentes básicos
No existe una definición precisa de los atributos que caracterizan a la población rural. Tradicionalmente, se le ha asociado a condiciones de dispersión y a su dedicación a las actividades de agricultura, minería y pesca, entre otras. En Venezuela, la población rural ha sido determinada como la residente en centros poblados por un número no superior a los 2.500 habitantes, incluyendo la población diseminada (Instituto Nacional de Estadística, INE). También se han determinado cuatro componentes básicos de una zona rural: un territorio (base de los recursos naturales, soporte de actividades económicas y receptor de residuos); una población (agente económico); un conjunto de asentamientos interrelacionados interna y externamente; y un conjunto de instituciones públicas y privadas operando dentro de un marco jurídico específico.
Los problemas del Medio rural
Entre los problemas puntuales que afectan a la población rural venezolana (en lo económico, social y ecológico) están los siguientes:
  • Condiciones precarias de servicios educativos, médico-asistenciales, comunicacionales y de abastecimiento.
  • Predominio de viviendas unifamiliares de materiales vulnerables como adobe, bahareque, paja y ranchos de material reutilizado. Muchas de estas viviendas tienen suelo de tierra y carecen de agua potable y de electricidad.
  • Actividad económica subordinada a la demanda de los grandes centros de consumo.
  • Efectos de contaminación ambiental por el uso excesivo de pesticidas, herbicidas y fertilizantes que afectan las aguas, el suelo y la fauna silvestre.
  • Deforestación por tala y quema como métodos para preparar los terrenos agrícolas. Esto trae como consecuencia la aceleración de procesos de erosión de los suelos y de producción de sedimentos y la disminución de los rendimientos hídricos de las cuencas hidrográficas.
  • Problemas de salud (enfermedades gastrointestinales, virales y parasitarias) relacionados con la manipulación y el consumo de aguas contaminadas, no tratadas.
Estas situaciones, propias de las zonas rurales, son la causa de que 70% de la población rural viva en condiciones de pobreza. Esto genera incertidumbre de vida en las personas y propicia el abandono de las actividades agrícolas, así como la migración de la población rural a otras zonas, en búsqueda de mejores oportunidades.

Geografía: Es la ciencia que estudia la superficie terrestre, las sociedades que la habitan y los territorios, paisajes, lugares o regiones que forman al relacionarse entre sí.
Habitat: Es el ambiente que ocupa una población biológica . Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia.


Programa Nacional de Formación en Construcciones Civiles, del Estado Tujillo
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